Gin Tonic

Muchos cócteles tienen una historia muy curiosa en su origen, es el caso del gin-tonic, que surgió con un valor terapéutico para luego convertirse en un cóctel sencillo compuesto a base de ginebra, tónica, hielo y un producto cítrico, una bebida amarga y fuerte que surgió en el Raj británico del siglo XIX.

Uno de los mayores inconvenientes que tuvieron las guerras coloniales para los británicos en los siglos XVII y XVIII fueron las enfermedades tropicales causadas por los mosquitos. Las conquistas en territorios indios efectuadas por la Compañía Británica de las Indias Orientales supusieron para Inglaterra el despegue y desarrollo de su revolución industrial. Como contrapartida tuvieron que hacer frente a diversas enfermedades de las que la malaria era sin duda la más nociva. A continuación, un poco más de historia y detalles sobre uno de los cocteles más populares del mundo, el Gin Tonic.

Historia del Gin Tonic

El origen del Gin Tonic no puede hacerse sin darle el protagonismo que se merece a la quinina. Un extracto natural procedente de un árbol que, lejos de ser únicamente un remedio medicinal, provocó el nacimiento del gin tonic tal y como lo conocemos. La versión más extendida otorga a la española Condesa de Chinchón el descubrimiento del uso terapéutico de una singular corteza en el Viejo Continente, concretamente en 1638. Enferma de malaria, entre sus cortesanos del Perú de 1632 eran conocidas las propiedades curativas del árbol de la Cinchona. Algo que no solo le salvó la vida sino que, incluso, generó que la Cinchona se exportara a Europa.

Si bien su consumo inicial comenzó en las zonas tropicales, y sus propiedades preventivas la popularizaron, con el tiempo la tónica se extendió al resto del planeta hasta convertirse en uno de los refrescos más habituales.

Se atribuye a los soldados ingleses desplazados a estas zonas la mezcla de la ginebra y la tónica, para mejorar el sabor de esta última, dando lugar al origen del gin tonic, uno de los combinados más famosos del mundo. Otros dicen que mezclaron ambos productos para celebrar las victorias y que escogieron la ginebra precisamente porque el creador de Schweppes habitaba en la ciudad del mismo nombres.

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Ingredientes del Gin Tonic

La moda del ‘gin-tonic’ ha sido toda una revolución, teniendo en cuenta que para preparar buen ‘gin-tonic’ sólo necesita hielo, ginebra, tónica y un cítrico, sin embargo el mundo de los cocteles abre un gran número de posibilidades para un combinado delicioso. En el caso de la ginebra, existen diferentes sabores en el mercado, tan solo tienes que elegir el que mejor se adapte al cóctel que quieres lograr. Entre ellas puedes encontrar las siguientes características:

  • Ginebras cítricas: son de las mejores y más usadas, debido a la gran variedad que existen y a que se mezclan de una manera perfecta con el resto de los ingredientes del gin tonic.
  • Ginebras clásicas: tienen un carácter muy marcado, debido a que se han usado desde hace mucho tiempo y porque tienen un toque más aromático. Algunas de las más conocidas de este tipo son la Tanqueray, Bulldog, Ish, Plymouth y Bombay Sapphire.
  • Ginebras especiadas: poseen su propia personalidad y cuentan con espectro muy aromático e igualmente gustativo. Al usarla para cócteles como el gin tonic se abren un abanico de posibilidades.
  • Ginebras afrutadas: se acompaña en el gin tonic con las bayas de enebro, la flor de hibisco, flor de malva o la vainilla Bourbon. En cualquier caso, te sorprenderás gratamente al probar las bebidas que se pueden lograr con estos ingredientes.
  • Ginebras florales: el sabor de las flores se emplea para la elaboración de ginebras, como el de las rosas o los lirios. Se trata de sabores menos secos y más dulces.
  • Ginebras herbales: predominan en la composición botánica las hierbas como el romero, la albahaca o el tomillo. Esto hace que cada una de ellas adquiera un mayor protagonismo, sobre todo si se complementa el gin tonic con cilantro o alcaravea.
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Preparación del Gin Tonic

Para conseguir el gin tonic tal como lo conocemos, en sus inicios solo faltaba el agua carbonatada, y esto lo resolvió el alemán Johann Jacob Schweppe (1740-1821), quien diseñó un método para carbonatar el agua y fundó la empresa Schweppe’s en 1783, en la ciudad suiza de Ginebra. Posteriormente, se trasladó a Londres, donde prosiguió la expansión de la empresa. Hacia el año 1870 nació la tónica, es decir, agua carbonatada con diferentes ingredientes, entre ellos la quinina. Hoy en día, la tónica no lleva la misma cantidad de quinina que el producto original, con lo que su valor terapéutico se ha perdido pero aquí te contamos como preparar un buen cóctel Gin Tonic:

  1. La Copa, la ginebra y la tónica deben estar frías. Si no dispones de copas frías, se puede solucionar poniendo hielo en la copa y hacerlo girar con una cucharilla imperial hasta que las paredes de la copa se escarchen, llegado este punto, retira el agua que se ha derretido.
  2. Cortar la lima por la mitad y luego una mitad en rodajas reservando estas para adornar.
  3. Eliminar el agua sobrante en la copa y exprimir ½ lima dentro. Servir los 50 cc. de ginebra dentro de la copa.
  4. Por último colocar la copa de costado e ir agregando la tónica de a poquito. Decorar con los ¼ de lima y mezclar con un giro.
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Variantes del Gin Tonic

El gin tonic siempre cae bien para cualquier ocasión, debido a su aroma tan característico y que siempre tiene la combinación perfecta para sorprenderte, de hecho con solo pocos ingredientes de calidad puedes lograr algunas variantes interesantes:

  • Gin Tonic con frambuesa y menta: ideal para quienes lo prefieren un poco más dulce. Pero ojo, no tiene que haber más de dos o tres frambuesas para que no invadan el sabor del combinado. La menta, además de darle color, le aporta suavidad y frescura.
  • Con romero y pepino: colocando una rama de romero y una rodaja de pepino, esta versión es para los que gustan de sabores fuertes y frescos.
  • Gin tonic con hierbabuena: para hacer esta bebida lo primero es frotar la hierbabuena por el interior de la copa donde realizamos el cóctel, es importante que no queden restos de la misma en el fondo. Después de ello añadirás hielo, junto a la ginebra, un poco de limón y la tónica de tu preferencia.
  • Con jengibre y mandarina: esta combinación es única y muy rica, ya que la mandarina le va a dar dulzura y acidez, y el jengibre una nota de picor. Es una combinación ideal para un día de mucho calor.

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